Resultados Simce Educación Física El 90% de los alumnos de VIII no tienen una condición física adecuada y el 40% presenta sobrepeso.

Los resultados del Simce sobre educación física, aplicado a más de 13 mil alumnos del VIII básico, parecen inaceptables, especialmente, desde el punto de vista sanitario. Así lo considera el Dr. Felipe Villanueva, pediatra, gastroenterólogo de Centromed, para quien el que el 40% de los estudiantes evaluados presenten sobrepeso u obesidad, mientras sólo el 10% tiene una condición física “adecuada”, refleja una situación francamente alarmante en términos epidemiológicos ya que “ese 40% de niños con sobrepeso, están enfermos por esa sola condición y los riesgos de patologías asociadas a ella, también aumentan de manera exponencial”.

La deficiencia en la condición física certificada en las pruebas de esfuerzo realizadas, sumadas al sobrepeso detectado en casi la mitad de los estudiantes supone un evidente deterioro en la calidad de vida de esos jóvenes, pero también, el riesgo inminente de desarrollar en el corto o mediano plazo enfermedades- antiguamente- asociadas a la vida adulta, como la diabetes, hipertensión arterial y otras alteraciones metabólicas, que según el mismo estudio, estaría presente en el 20% de los evaluados.

Más allá de lo escandalosos o preocupantes que parezcan los datos, lo importante es que “nos hagamos cargo”. En este sentido, el Dr. Villanueva enfatiza que el rol de la familia es fundamental pues “detrás de las cifras hay conductas y hábitos que mejorar con conocimiento y compromiso individual, familiar y, obviamente, a través de instancias comunitarias como los colegios”.

Al interior de las familias, insistir en una alimentación adecuada, baja y- ojalá- libre de grasas saturadas, azúcares, sal; aumentar el consumo de cereales (granos/ fibra), pescados y lácteos. Aumentar la “vida al aire libre”, en tiempo y calidad desarrollando actividades recreativas y deportivas que reemplacen las sedentarias, frente a un computador o consola de video juegos. Evitar premiar “por la guata”, asociando una recompensa a algo dulce, volver- en lo posible- a “cocinar”: cazuelas, charquicán, guisos en general. Predicar con ejemplo, un desafío evidente en cualquier esfuerzo de educación.

Y en los colegios, por supuesto que hay mucho por hacer: aumentar las horas de educación física, es un camino que- para ser eficiente- requiere de un plan adecuado y flexible según requerimientos; fomentar los “juegos” y las prácticas deportivas como una forma de vida, es un esfuerzo perentorio a estas alturas así como educar- desde muy chicos- respecto de las “decisiones” de alimentación. Así es, explica el Dr. porque las decisiones saludables en este sentido, deben ser de cada individuo y nacer de su conocimiento y convicción. Por ello, la intervención en los grupos estudiados, es urgente, pero el trabajo consistente y preventivo, comienza con las primeras “elecciones” en cuanto a alimentos y “pasatiempos” y, eso, requiere que los padres sean especialmente conscientes en las primeras etapas de desarrollo de sus hijos.