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Luego de unas merecidas vacaciones donde visitamos nuevos lugares, no tenemos horarios y disfrutamos de nuestras actividades favoritas debemos volver a la realidad. Llega marzo y la rutina laboral, escolar y doméstica pueden provocar ciertas alteraciones en nuestra salud si no tomamos ciertos resguardos.
Se conoce como estrés post-vacacional, la alteración en el proceso de adaptación. Fundamentalmente como su nombre lo dice, es la transición que ocurre entre el período de libertad que ofrecen las vacaciones y el descanso al lugar de trabajo, que representa responsabilidades y rutina.
Conversamos con el psicólogo de Centromed, Jorge Mesías Iturra, quien nos explicó los alcances de este tipo de estrés.
¿En qué consiste esencialmente el estrés post vacacional?
El síndrome post-vacacional es un duelo, pero también tiene que ver con una mirada en donde nos recuerda que las vacaciones y el descanso merecido tienen que ver con el deseo, con el placer de auto realización. En ese sentido reside su mayor valor. En la medida que uno recupera eso y lo connota positivamente para el próximo tiempo, el nivel de sufrimiento podría ser menor porque de alguna manera volver al trabajo significa ir desde placer al deber. El deber tiene sus bemoles: satisfacción, autorrealización, desarrollo laboral, pero también tiene que ver con una pérdida de libertades.
Entonces en ese sentido las personas adulto-jóvenes tienen una mirada integradora de lo que es el descanso, el placer y el deber que nos hace ser más fuertes y sanos desde ese punto de vista, por lo tanto hay que prepararse para administrar igualmente la llegada al trabajo que nos va a permitir volver a salir de vacaciones.
¿Cuáles son los síntomas?
• Alteración del reloj biológico
• Palpitaciones
• Sensación de ahogo
• Angustia inespecífica
• Sentimiento de desinterés o apatía
• Fatiga o cansancio
• Temor
¿Por qué se provoca el estrés post vacacional?
Este es un proceso que ocurre por diferentes condicionantes y estos tienen que ver mucho sobre la naturaleza de las vacaciones de las cual uno acaba de llegar. Influyen también las características del puesto de trabajo y, sin duda, las motivaciones respecto a este trabajo.
¿Cómo prevenir el estrés post vacacional?
Tiene que ver justamente con las acciones que uno realiza, antes y con posterioridad a la llegada del trabajo.
• Dejar bastante ordenado el trabajo antes de salir de vacaciones, como una medida de prevención para el regreso. Al menos el estado del arte de lo que uno realiza debe tener un avance y cumplir las demandas antes de salir a vacaciones.
• Planificar unas vacaciones en donde al menos quede una cuota de vacaciones durante el año, para bajar alguna expectación ansiosa que pudiera generar sobre no tener vacaciones hasta un buen tiempo más.
• La llegada al trabajo debiera ser asumida con gradualidad. Es importante ser realista en ese sentido, de pronto el aterrizaje forzoso sería llegar un día antes a la ciudad en donde trabajas. Para prevenir sería no llegar un día antes, sino que se recomienda llegar 2 o 3 días antes y no más, porque ocurre una latencia que complica, algo así como un duelo. Este tiempo te ayuda a manejar mejor el ritmo biológico, cambiar horarios y cambiar la rutina.
• Disminuir la intensidad de cómo vas asumiendo las labores. Es decir, si llegas y te instalas, planificas en vez de angustiarte, priorizas labores más sencillas en vez de complejas, de esta forma te haces una pequeña carta de navegación las primeras dos semanas para el periodo que viene. Eso alivia bastante en general y actúa como defensa, tal vez distendiendo un poco lo que es la ansiedad y la expectación que genera la vuelta
¿Cuánto dura con frecuencia este período de estrés post vacaciones?
Naturalmente, en personas que tienen recursos psicológicos para administrar su vida, sus emociones y sus cansancios, no debieran ser más de un par de semanas. Estamos hablando que en un par de semanas estás aceptando este cambio de condición física, cambio de condición psicológica y fundamentalmente el cambio del biorritmo.
Hay todo un tema asociado a la corporalidad que tiene que ver con las adecuaciones, los horarios, el ritmo de vigilia, los horarios de alimentación, porque la verdad es que en vacaciones lo que menos uno hace es orden y planificación, no es lo que uno hace exactamente en el año. Así es que alrededor de 2 semanas es un tiempo suficiente que la gente acepte el regreso y así este proceso se alarga un poco.
¿Y qué ocurre si el estrés sigue por más de 2 semanas?
Cuando pasas de las 2 semanas, ya entran a conjugarse otros elementos y condiciones fundamentalmente con una historia que tiene que ver con el trabajo. En el caso de los adultos, el contexto de ambiente laboral y el trabajo propiamente tal tiene una historia previa que no tiene que ver necesariamente con las vacaciones.
En el caso de los niños tiene que ver con el espacio escolar, porque el colegio y sus compañeros son lugar de contención y de acogida. Los niños no tendrán problemas y en 2 semanas estarán bien. Pero si hay obviamente elementos amenazantes en el periodo escolar anterior, los chicos van a llevar mayor resistencia y mayor sufrimiento. Ese vendría siendo el momento para pedir un poco de ayuda.
¿Cómo enfrento el estrés post vacacional?
La sintomatología física está asociada a los ritmos del reloj biológico, el horario en el que me levanto, horario en el que me quedo dormido, horario en cuanto tomo mis comidas y el tipo de ejercicio físico que he realizado durante mis vacaciones. Entonces, estamos a un nivel de intensidad y de actividad corporal distinta al momento de que volvemos a la vida más sedentaria post- vacaciones. Las personas conocemos nuestro cuerpo y notamos la sintomatología de palpitación, de sentimiento de ahogo o de angustia. El límite es el temor, el temor a que nos vaya a pasar algo, porque cuando este se intensifica y existe algún trastorno de personalidad generalizado que en el tiempo se podría transformar en otra cosa. Ese es el momento de consultar.
En estos casos se deben realizar acciones de auto cuidado, tales como: hacer el ejercicio físico, la regulación de los horarios, de sueños y vigilia. Estos son de alguna manera factores de protección y estabilización de la salud.
Sin embargo, el límite del propósito de intensidad tiene que ver si efectivamente cuando colocamos acciones preventivas se mantiene el síntoma. Es ahí cuando se presentan síntomas fundamentales como: la frecuencia cardiaca, sensaciones de ahogo, angustia inespecífica. Hay momentos en los cuales sentimos insomnio, sentimos desinterés o apatía, fatiga o cansancio. Eso es normal, pero no debiera ocurrir a más de 2 semanas.
¿En Centromed contamos con todos los especialistas necesarios para tratar estos cuadros?
Tenemos un equipo disciplinario que dada la intensidad de algunas sintomatologías que siempre está presente. Esta aparición de sintomatología, ansiosa, angustiosa, depresiva, física, de sudoración, palpitación, como cuando dice: “me falta el aire y quiero volver a vacaciones”, es susceptible ser de alguna manera acompañada, manejada y superada por el staff de equipos de salud que tenemos, como son terapeutas, psicólogos, médicos o psiquiatras por si alguien necesita nuestro apoyo y acompañamiento.
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